Me estaba esperando sonriente sentado en nuestro sitio. En cuanto me dirigí a él bajé la mirada y le di la espalda. No tenía valor de mirarle a la cara.
Segundos después noté como su mano se aferraba a la mía, y cómo silenciosamente se acerca a mí. Me aparté, le quité la mano y me alejé aún más.
Cuando me volví para mirar el ordenador, me encontré con su cara muy cerca mía, me preguntó que me pasaba, y yo no le hice ni caso.
En ese momento me comenzó a agarrar por la cintura y esta vez se me acercó al oido diciendo:
- Dime que te pasa…
Quería abrazarle, besarle, decirle idiota, gritar, chillar, pero no podía, interiormente estaba derrumbada, no tenía las suficientes fuerzas.
Esta vez me digné en contestarle bruscamente:
- Nada.
- Anda bobaaaaaaaaa, dímelo- me empezó a hacer cosquillas.
- Lo ves, mira ya te estás riendo, pero me gusta cuando te enfadas.- me dijo sonriéndome
- Déjame.
Me cogió los mofletes y empezó a hacer caras graciosas, pero lo peor de todo eso era que siempre me hacia de reír.
- Es por mi ex – le dije con una mirada frívola.
- ¿tu ex?, ¿Qué pasa con él?
Le comencé a contar todo lo que me había sucedido con Alex, y lo del mensaje de anoche.
- Le quiero pegar.
- ¿Qué has dicho?
- Nada, que le quiero pegar, es un cabrón, ¿no?.
Me entraron ganas de soltarle una bofetada, al fin y al cabo los dos tenían cosas en común. Aunque hasta ese momento Kevin no me había tratado mal, ni un solo segundo. Pero, ¿lo de su novia?.
Al acabar la clase, le dije que tenía un examen en la hora siguiente, y que estaba demasiado nerviosa.
Apareció Ash detrás mía.
- Dale suerte ¿no?- dijo irónicamente Ash.
- Mmm… no tengo nada para darte.
- Es igual, tampoco quería que me dieses nada.
No había terminado de decir la frase cuando me agarró y me dio un abrazo. Me estrechó contra su cuerpo. A pesar de todo lo que había pasado ese día y de todo lo mal que me sentía, no podía rechazarle el abrazo. Quizás sería porque era lo que más necesitaba en ese momento.
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