Era demasiado bonito para ser verdad, no me creía nada de lo que me estaba pasando. El plan de Ash había funcionado, no le mentí en decirle que no pasaba ‘nada’ entre el chico que me gustaba y yo, pero después de lo de esa tarde, no me importaba lo que pudiese pasar después, era feliz y punto. Aunque no le tuviese de la forma que yo quería…
Alex ya no significaba nada, formaba parte de mi pasado, me había vuelto a llamar en alguna ocasión, pero no. Debía pasar página.
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Marian me contó que la novia de Kevin vendría a verle a Venice, el martes a última hora.
Kevin tenía la costumbre de saltarse la última clase de los martes, pero parecía ser que al enterarse que ésta venía decidió quedarse en la última clase y hacerla esperar dos horas frente al instituto.
Ash, Marian, Adriana y yo salimos en el intercambio de clase. Había visto dos fotos de ella en el blog de Kevin. Era alta, morena, llevaba gafas, incluso yo diría que abultaba mucho más que él. Su mirada trasmitía seriedad, estaba sola, con los brazos cruzados.
En ese momento pensé realmente que estaba jugando con ella, y que realmente debía hacer caso a Ash y pensar que no significaba nada para él.
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- Trae, déjame el ratón que tu no sabes- dijo Kevin mientras se reía.
Estábamos en clase de informática, como otro miércoles más, Kevin y yo estábamos haciendo el trabajo a ordenador por parejas.
- A ver listo… - le contesté.
Los dos nos mirábamos, y nos reíamos el uno del otro.
- ¿Sabes que?- me preguntó.
- ¿Qué?
- Voy a dejarlo con mi novia.
Me quede parada, en silencio, no sabía que contestar.
- Es que no se, me agobia mucho, no quiero seguir adelante.
- Por tu forma de hablar, todo, yo se que nunca la has querido.
- No te lo niego, simplemente era cariño, la tenía cariño y ya está, por eso no la había dejado antes. También la distancia, muchas cosas. Sólo me gustaba su forma de ser, pero ya nada, todo ha acabado, ahora sólo falta decírselo.
- ¿Y no sabes como hacerlo, no?
- Poco a poco…
Sentía que todas mis preocupaciones habían acabado, ya no estaba con ella, y lo mejor de todo es que había reconocido que nunca la había querido realmente. ‘Cariño’ simplemente. En ese momento recordé todos los momentos que pasamos juntos, todos sus besos, sus abrazos, su cariño… Quizás todo lo hacía con sentimiento, quizás el sentía lo mismo que yo.
Hay algo de lo que estaba completamente segura, iba a luchar, ahora más que nunca, lucharía por él, por conseguirle, por tenerle a mi lado. Sólo le necesitaba a él para ser feliz.
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