CAPÍTULO 4 ‘¿ahora vuelves?’
Al llegar el fin de semana Ashley, Adriana y yo fuimos a pasar el día en la playa.
Adriana era muy buena amiga mía, aunque no estaba en mi clase, había compartido muchos momentos a su lado, y al igual que a Ash le contaba todo lo que me pasaba.
- Lo sabía Yasmín, lo sabía… ¡te lo dije! Yo creo que él siente algo hacia a ti… mira como te trata a comparación con las demás, la forma en la que te mira, te sonríe, incluso habla, es diferente cuando se trata de ti- comentó Ashley haciendo aspavientos con la mano.
- La verdad es que yo no estoy ahí para ver cómo se comporta, ni las cosas que hace, pero por lo que dices, ese chico ha visto algo en ti, no tiene que pasar mucho tiempo para darte cuenta que te sientes atraído por una persona, ocurre de repente, quizá es lo que le ha pasado a Kevin contigo- opinó Adriana mientras extendía su toalla.
- Ahora mismo no quiero pensar en eso… No quiero pensar cosas que no son… Él no siente nada y punto, es sólo confianza. No quiero hacerme falsas ilusiones.
- ¿Confianza?- preguntaron las dos a la vez.
- Si, confianza…
- Mira Yasmín, ese chico tiene captada tu atención desde el primer día que le viste, sea por su físico, su forma de comportarse, su actitud… No queremos comerte la cabeza ni nada por el estilo, sólo te decimos lo que pensamos, mira yo con Adrián, son cosas que ocurren de repente, pero en pequeños detalles puedes descubrir cosas que van más allá de una simple amistad, sólo debes esperar a que pase el tiempo, todo se demostrará…- cuando terminó de decir esto Adriana me quedé un buen rato en silencio, premedité sobre todo lo que había dicho.
Cuando llegué a mi cada me tumbé en la cama y comencé a reflexionar. Lo cierto es que apenas habían pasado unas semanas desde que lo conocía, no sabía mucho sobre él, pero Kevin me hacía sentir especial. Sus palabras, su cariño diario, su dulce sonrisa.
A la mañana siguiente, Ash y yo llegamos a un acuerdo:
- Vamos a hacer una cosa Yasmín. Yo, el lunes si quieres puedo hablar con él, la verdad es que no le conozco mucho, hemos hablado poco… Tampoco sabe que eres mi mejor amiga, a si que no tiene por que ser sospechoso. Voy a averiguar algo más sobre todo lo que te preocupa, aunque luego no salga bien.
Yo accedí, confiaba en ella, y quien mejor que ella para ayudarme, intentar saber algo más de él, su entorno, su vida, ¿y si me engañaba y no era todo cómo yo creía?
Fui a pasear un rato a solas por la playa, siempre que necesitaba pensar lo hacía. En silencio, solo las olas del mar se oían.
Fue en ese instante cuando empecé a pensar de nuevo en Alex, en sus besos, en su cariño, en todos los momentos que juntos pasamos. Aunque Kevin había conseguido que no pensara en ello, cuando no estaba a su lado los recuerdos volvían a mi mente.
Segundos más tarde comenzó a vibrar el móvil, era un mensaje, lo abrí:
‘ Yasmín, te hecho de menos, necesito hablar contigo, todo esto se hace insoportable, se que estás enfadada conmigo, y lo entiendo, quizás no quieres volver a saber nada de mí, pero te pido por favor que me contestes o me llames, te quiero.’
Me quedé parada, mirando el móvil, estuve más de un minuto releyendo cada palabra, pero lo que más me asombraba era quién me lo había mandado, sí, era Alex… tras recibir el mensaje, lo primero que hice fue apagar el móvil, y encenderlo la mañana siguiente. Tenía ocho llamadas perdidas de él.
No comprendía absolutamente nada de lo que me estaba ocurriendo, parecía que me había leído el pensamiento. Lo cual incrementó aún más mis preocupaciones.
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